8 de febrero de 2009

La relatividad en el tiempo

Estos últimos días en particular se han desarrollado a un ritmo semi lento. Una vez más he sido presa del ocio y del encierro, motivado principalmente por la apatía que ha invadido mi ser. ¿La razón? Aún la desconozco. Sobran las suposiciones. ¿Acaso será la readaptación a una vieja rutina? ¿Acaso una parte de mi ser extraña el tiempo "libre"? ¿O todo es consecuencia de mis constantes visitas al hospital?

Como sea, es frustrante sentir la necesidad de salir a dar una vuelta, a ver las nubes transitar sobre mí, observar cómo la luna, casi en su total plenitud, me saluda, o cómo las estrellas (las pocas que son visibles desde esta iluminada ciudad) cuentan el pasado.

A diferencia de otras ocasiones en que este sentimiento y esta apatía me habían invadido, esta vez no hubo forma de escapar. Todo se reduce a una espera; espero saber qué es lo que espero.

Mejores momentos vendrán, y mejores cosas habrá para escribir.

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