15 de diciembre de 2009

Después de tanto tiempo


Hace unos meses no creía o nunca pensé que la vida escolar pudiera marginarme de actividades extra... y como un capricho más de esta vida, al saberme lejos de todo lo relacionado con esa vida universitaria, mi gran amigo insomnio me ha encontrado, motivado tal vez por ese hecho que me perturba.

La vida se encuentra en un constante cambio y para nadie es extraño... y en el mismo tiempo transcurrido desde la última vez que plasmé algunas ideas en este lugar mi vida no es la misma... y ni siquiera se parece a lo que pude haber imaginado.

Pero el motivo, o mejor dicho la persona que detonó esta serie de cambios no son lo que me perturba esta vez, sino aquellas acciones que realicé en el pasado cercano, y que me aproximan en gran parte a todo lo que he negado durante tantos años: ser uno más "del montón". Hoy me pregunto, ¿qué es lo que me hace mejor persona? (omitiendo el juicio necesario con respecto a lo mejor, lo peor, y en comparación a qué).

Sin duda, mucho tiempo logré estar alejado de esas conductas que caracterizan a los "simples mortales", pero al desaparecer aquel motivo que me tenía reprimido, por llamarlo de alguna manera, todas esas conductas han encontrado una vía de escape, y no necesariamente reflejan y expresan lo que siento... aunque sí corresponden a una serie de prejuicios (¡qué enorme sorpresa... yo prejuicioso!).

Hay días en los que simplemente no entiedo lo que pasa a mi alrededor... días en los que definitivamente me siento ajeno a este mundo, y por consecuencia siento que la vida sigue sin mí; de tal manera en la que mis acciones o decisiones simplemente no tienen validez ni razón de ser. Sentimiento tan extraño no puede no venir acompañado de una serie de ideas que me mantienen ocupado durante gran parte del día. Ver correr la vida sin ti... eso es algo que no me gusta, y que sin embargo en días como hoy parece suceder.

Una cadena de eventos (desafortunados) que te hace ver, pensar, leer, inventar e incluso inducir ideas por demás fuera de lugar; pero que, sin embargo, son capaces de detenerte un momento, a pesar de su falta de validez (o comprobación). Y no hacen más que sembrar la duda en todo tu ser. ¿Por qué tomar aquella conducta, si no obtienes nada a cambio? ¿Será que jugaste un juego, o hiciste que otros lo jugaran? ¿Será que hay más detrás y que ni tú mismo te das cuenta? ¿O es que simplemente fue el momento?

De nuevo un viaje al interior de uno mismo para hallar algunas respuestas... cuestionamientos que nadie más es capaz de formular, o que simplemente no tienen la confianza de compartir. Pero respuestas que sólo viven muy escondidas, dentro de un solo lugar... el inconsciente y los deseos de una persona. ¿Cuántas personas involucradas puede haber en tan pocas respuestas, en tan pocas decisiones? El problema es que las hay.

¿Será que yo mismo provoqué esa situación? ¿Será que somos simples marionetas del destino? ¿O simplemente estamos en el lugar y momento equivocados? Cualquiera que fuere la respuesta, está en mis manos encontrarla.

Muchos juzgamos a lo lejos, basados en juicios y prejucios personales, mezclados con deseos (los ocultos y los no tan ocultos) y en sobradas ocasiones no nos percatamos que simplemente estamos cometiendo errores tan grandes, que cualquier otro podría reconocer a tantos metros de distancia... y sin embargo seguimos adelante con nuestros juicios mal fundados y los defendemos como si en realidad los creyéramos.

Si nunca hay espacio para las dudas... no tengo por qué empezar ahora. Mi gran amigo se ha ido, es tiempo de aprovechar las horas de sueño que se han negado

11 de noviembre de 2009

¿Será?


La repentina suspensión de actividades "en apoyo a las causas justas" enmarca la situación que me invade en las últimas horas: después de aquella sesión proyectiva, con su respectiva resolución, mi fiel acompañante, la duda, ha regresado a mi lado; esta vez, acompañada de una serie de concepciones que no habían sido consideradas hasta el momento: ¿será acaso que me he equivocado al emitir mis juicios? ¿Será una expresión más del egoísmo de una persona? ¿Ocurrirá todo lo que he predicho? En estos momentos es difícil saberlo.

Como ya es toda una tradición, montañas de recuerdos y frases pasadas acuden a mí: momentos y palabras que han quedado ahí para ser recordados en ocasiones de gran incertidumbre. Particularmente me encuentro con aquel que me remite a la base de uno de mis actuales prejuicios, el mismo que me hace preguntar: "si sabe quién es en realidad, ¿qué está haciendo a su lado? ¿Será acaso que hace del dolor una forma de vida? Caprichosamente, esta última pregunta parece corresponder más a mi realidad. ¿En verdad es lo que quiero? Nunca.


El problema que perduró durante los últimos meses parecía llegar a su fin en el momento en que encontré (o supuse encontrar) la fortaleza necesaria para dar una batalla como las de antaño; aquellas en las que no importaba que las condiciones adversas superaran por mucho las oportunidades aparentes. Dos días después de este grandioso descubrimiento, me encuentro en las penumbras del mundo de ensueño, abrazado por completo a la oscuridad de este cuarto, escuchando los pensamientos más tortuosos que escapan de mi cabeza. ¿Será acaso que la batalla está perdida?


Los culpables... los culpables no existen. Duda, rutina, miedo al cambio, soledad, infelicidad... todos productos de mi imaginación; invenciones de una mente que necesita creer que algo está mal para justificar lo que siente, y para dar a ese sentimiento su alimento favorito: esperanza. Se dice que es la esperanza lo últiimo que muere, pero lo que no se explica y que imagino viene en letras pequeñas es que esa esperanza viene acompañada de una inmensa dosis de incertidumbre... que para alguien tan perfeccionista como yo significa el camino del descontrol.


Solo, envuelto en una atmósfera de nostalgia con su respectiva dosis de desesperanza, siento fluir las lágrimas desde lo más profundo de mi ser... y las siento fundirse en cada latido de mi corazón... que dicho sea de paso, se acelera cada que su imagen, su voz o su presencia está cerca de mí. Látidos que habían permanecido faltos de pasión, y que ahora han reanimado esos sentimientos que no son correspondidos... los mismos que rara vez encuentran refugio en otra persona, los causantes de mi conducta irracional y una serie de actitudes fuera de lo normal, y que no son claros, ni mucho menos de relevancia para la dama en cuestión.


Mi mente ya no
opina... las palabras se han detenido. Por hoy, sólo resta escuchar e interpretar al subconciente. Te quiero; más allá de lo que estás consciente, más allá de lo que puedo controlar.

23 de octubre de 2009

Pretextos


En todas las oportunidades que he tenido para mantener actualizado un sitio como este siempre me ha resultado cómodo establecer una serie de pretextos que me mantienen alejado de esta tarea. Al principio de este mes no consideraba siquiera que la educación abarcaría casi en su totalidad todo mi tiempo, pero así ha sido y para variar este espacio ha estado abandonado un tiempo.

A pesar de todo, de que este espacio siempre ha sido la válvula de escape, y los intentos para cambiarlo, lo cierto es que esa parte de mi vida, que me motiva la mayor parte del tiempo a golpear este teclado ha estado presente durante todo este tiempo. De una manera u otra, ha afectado de manera considerable mis acciones y mis estados de ánimo, al grado de definir el actual como una "depresión intermitente".

Constantes han sido mis esfuerzos por asimilar una situación que ya veía venir, que era inevitable; y que por aquella extraña razón no ha permitido extinguir esa pequeña llamarada de fe: fe en que al final las cosas caerán por su propio peso, como me fue dicho hace algunos días (filosofía que pregonaba en el pasado).

Lecciones han quedado en mi existencia desde hace algunos meses; de ser una persona preocupada por entender los porqués y diseñar teorías que explican el comportamiento, me he trasladado a un estado mental en el que de nada sirve conocer "la otra parte de la historia" si la otra persona no está dispuesta a actuar (en caso de que todos los juicios y construcciones mentales sean correctas). De cierta manera este nuevo "conocimiento" ha aliviado el peso que acostumbro cargar (y que nadie solicitó que lo hiciera). Es cierto, los lugares en común siguen evocando a los recuerdos de aquellos días en los que este sentimiento se forjó en mi ser y es evidente que aún no encuentro los mecanismos para tornar de una manera más enriquecedora esta situación.

Si no me conociera, podría pensar que me aferro a los recuerdos de algo que nunca fue. Y es precisamente ahí en donde lo puedo descalificar. Mi observación (que se extiende a través de todos mis años de consciencia en este mundo) me dice que nos aferramos a aquello que sentimos seguro; algo que nos mantiene en nuestra rutina por un apabullante terror al cambio (situación en la que bien me puedo morder la lengua, pero como no estoy hablando supongo que no aplica). Y no sólo por lo anterior, pero tratar de enlistar todas me llevaría a divagar en círculos. Y como se trata de algo que nunca fue, o no es algo que me aterre dejar, o simplemente porque nunca lo sentí seguro es como determino que me encuentro lejos del territorio de la obsesión.

Todavía más allá, en ciertos días de los últimos dos meses he presentado intentos por olvidar y alejar por completo todo aquello relacionado con ella. Durante aproximadamente tres semanas el plan marchaba a la perfección. Incluso las melodías que llegaron a mí (en realidad yo busqué ese link para descargarlas) me indicaban que era el mejor camino en ese momento. Pero bastaron una serie de palabras, tan perfectamente unidas para que regresara al viejo sendero, que me lleva irremediablemente a estar a su lado, y a jugar a ser ese amigo desinteresado que, por supuesto, en este momento no puedo ser.

Y después de tantas historias no contadas, tantos recuerdos, los sentimientos que han nacido y florecido, y después de todas las oraciones elevadas a lo más alto, lo único que puedo recibir es un cuestionamiento y un comentario alentador: "¿Por qué yo?" "Has estado ahí siempre que te he necesitado y no deberías". Nunca, esa rayito que se necesita para intentar luchar una batalla que en principio parece perdida.

De nuevo, estoy bajo el encanto de una mirada; esta vez, una que me invita a perderme en ella todo el tiempo posible, una que me invita a olvidar todo lo negativo, que me puede aislar de este mundo mientras esté cerca (y todavía no comprendo que tan bueno o malo es, con su toque de relatividad, por supuesto), y que simple y sencillamente me obliga a imaginar (lo que considero mi única opción) universos paralelos donde puedo estar y compartir mi existencia con la de esa mujer.

13 de septiembre de 2009

Into the wild

En mi afán de cambiar los aires de este blog, he considerado la opción de convertirme en crítico de música y de cine, sin siquiera saber de qué hablo. Ciertamente, al estar leyendo otro blog, me doy cuenta que el papel de crítico no es lo mío, pero aún así haré el esfuerzo.

En primer lugar, y antes de pasar a los datos técnicos, la entrada inaugural es acerca de esta película, a la cuál llegué tal vez por los motivos equivocados (los 15 minutos de participación de Kristen Stewart, mi actiz favorita, y a la que le reprocharía su participación en "Twilight" si la tuviera de frente... ¿vampiros jugando beisból?). Después de una larga búsqueda por la red, logré dar con el sitio que me permitiría poseer este trabajo cinematográfico.

Ahora sí, unos cuantos datos técnicos: fue escrita y dirigida por Sean Penn, fue estrenada en el año 2007 y contó con la participación deEmilie Hirsch, William Hurt, Marcia Gay Harden, Jena Malone, Kristen Stewart, y otros tantos. Esta película está basada en la obra del mismo nombre del autor Jon Krakauker.

Se cuenta la historia de Christopher McCandless... pero momento, no me meteré en la trama de la historia porque eso sería echar a perder "la sorpresa". Así que mejor escribiré acerca de otros aspectos de la película. Creo que el personaje principal es una especie de hippie moderno, combinado con un poco de rebeldía (estadounidense por supuesto), al que debo de admirarle su carácter: obtiene lo que quiere ("Si quieres algo, sólo estira los brazos y tómalo").

Christopher McCandless es un sujeto que crece en una esfera en la que las apariencias son lo más importante; y dentro de esta esfera la persona más importante es su hermana, quien a lo largo de su vida quiere entenderlo, pero únicamente lo logra de una manera superficial. Verídico o no, el buen Christopher es un tipo con mucha suerte, ya que casi sin recursos monetarios, logra cambiar de estados, e incluso de países, pues su travesía lo lleva a cruzar la frontera mexicana en kayak (¿y los polis mexicanos?). Como sea, el protagonista tiene bien definido su futuro: Alaska. Y durante todo el relato, se esfuerza para conseguirlo. En el camino encontrará a algunos hippies (dicho sea de paso, el look "hippie" le va muy bien a cierta actriz de la que no volveré a dar el nombre).

Una vez que ha conseguido "establecerse" en Alaska, lejos de todo contacto humano, comienza su verdadero viaje, un viaje que lo llevará a su yo, y en el que terminará de entender aspectos suyos que no había comprendido antes. En pocas palabras, el viaje más salvaje es hacia nuestro interior.

A mi parecer, es una muy buena película, de la que cada quién puede obtener algunas frases para aquellos momentos desesperados (" Lo mejor de la vida no está en las relaciones con los otros, sino en cada nuevo desafío que enfrentamos"), enseñanzas importantes y entretenimiento, aunque hubo momentos en los que me percaté de que se trataba de una película un poco más extensa de lo acostumbrado. Si les gusta el cine lejos de las fórmulas clásicas (amor bobo, o películas cómicas de uno o dos chistes), considero que ésta es una buena opción.


9 de septiembre de 2009

Una nueva era


Es el momento de la oscuridad... la madrugada ha llegado, y ha traído con ella paz exterior y reflexión interna. En los últimos días, el tiempo avanza con más prisa al marcar las primeras horas de un nuevo día; y mi mente está invadida por cuestionamientos, dudas y plegarias. La reflexión y los movimientos calculados se han ido, y su lugar es tomado por la improvisación.

A través de mi recorrido en esta vida he descubierto diversos "métodos" para crear barreras provisionales alrededor de heridas recientes... hacer selecciones especiales de temas musicales que incluyen solos y baterías "pesadas", desempolvar viejos vicios (como lo fueron los videojuegos en su tiempo), llenar mi memoria de aquellas imágenes que evocan esos momentos anhelados, o simplemente ejercer mi derecho de "vagabundo". Lo cierto es que todo esto siempre es un simple paso antes de la asimilación. Y la asimilación ha llegado.

Pero siempre llega acompañada; acompañada de nuevos juicios, nuevas barreras, nuevos retos y malas maneras, en mi caso. Durante todo este tiempo pregoné mi apatía hacia "tomar distancia", o en otras palabras, nunca he considerado oportuno alejarse de una persona simplemente para que las "aguas se tranquilicen".Tal vez es esta negativa la que tantas veces lastima y erosiona mis lazos de amistad con esas personas, pero soy de la idea de que cuado encuentras a una persona especial, sea una amistad o aquella que despierta ese otro sentimiento, el tiempo que se comparte es el encargado de forjar la relación. Curiosamente, sólo con la primera funciona.

Mención especial en este momento para todos aquellos seres a los que en uno u otro momento consideramos inferiores, en clara y obvia comparación con nosotros mismos. Así como una profesora universitaria pronunciaba en repetidas ocasiones, creo que es un caso de tesis el indagar: ¿por qué a algunos seres les gusta la mala vida? El contexto les indica que tal acción les traerá consecuencias no agradables, o contrarias a lo que entendemos por malestar; reciben recomendaciones de estar o no con un persona, pero simplemente nos aferramos a un viejo recuerdo, idealizaciones pasadas; pero así es la vida y así es como mejor aprendemos: dejando a un lado excelentes oportunidades de crecimiento espiritual y personal.

Es muy frecuente ir caminando y no darnos cuenta de todas aquellas acciones que un ser hace por nosotros: una mirada, una sonrisa, una plegaria a lo más sagrado de nuestra existencia... o simplemente un buen deseo para que las decisiones que tomamos de verdad nos traigan dicha y felicidad (me estoy adelantando a la celebración que está por venir). Hace unas horas leí un cuestionamiento que a esta altura ha regresado a mi mente: ¿acaso no sabes que con un abrazo se resuelven los problemas? Esta pregunta me recordó el momento preciso en que descubrí la magia detrás de ellos. En aquel entonces yo era un ser temeroso, que se enfrentaba por primera vez a la vida fuera de su coraza, en busca de ese sentimiento que ha involucrado a dos; y que a pesar de este contexto y de aquellas idealizaciones, descubrí que un abrazo puede transmitir más que muchas acciones que realizamos, en especial si viene de un gran amigo. En definitiva, la resolución de un problema es con un abrazo. Y recordando abrazos, los últimos que recibí me contagiaron de una inmensa paz e ilusión... aún cuando ella nunca lo supo.

Y precisamente es ese el camino que decidí seguir: el del anonimato. Nunca más sabrá lo que pensé de ella; nada sobre lo que sentí y siigo sintiendo (aunque no por mucho tiempo); nunca sabrá que tantos pensamientos y tantos sueños fueron inspirados por ella; y desgraciadamente, nunca podrá ser parte de mi vida... al menos no de manera significativa.

7 de septiembre de 2009

In this Moment - Beautiful Tragedy

De los primeros grupos que conocí gracias a LastFM.



De vuelta

Después de un tiempo en el que algunas cosas no salieron como estaban planedas... y de que este y algunos otros espacios sirvieron como válvula de escape, he decidido escribir un poco de todo, para que este espacio no sólo refleje todos esos malos ratos... Así termino con este breve mensaje de vuelta.

18 de julio de 2009

Incrédulo

Los errores se pagan muy caros… prometí en mi interior no volver a darte explicaciones. Sin embargo, esto tiene que salir. Después de leer tus líneas las cosas son muy claras, pero no me tranquilizan. He llegado a descubrir el grado de idealización en el que me tenías… y era de esperarse que tarde o temprano todo caería por su propio peso.

Yo hablo de equivocaciones y tú también lo haces. Hablas sobre “no eres quien yo esperaba” e incluso puedo decir lo mismo. ¿Qué no se trata de aceptar virtudes y defectos? Viste en mí uno de ellos en un momento en el que yo me sentía expuesto; en un tiempo en el que una lucha interna se desarrollaba dentro de mí. Pero eso te asustó y parece ya no tener importancia. Es algo que te desilusionó y te demostró que yo no soy quien tú creías que era.

No conozco en esta vida una relación amistosa entre dos o más que esté libre de defectos e intereses encontrados… es más, al parecer una situación así resulta utópica, pero si tú estás dispuesta a defender que existe, y que además de eso, la vives, pues allá tú.

Considerando verdaderas tus declaraciones con respecto a cómo es que tratas a tus amigos cercanos, entonces debo decir que en uno que otro momento noté cierta omisión de la información de tu parte; información que ahora sé hubiera dejado claras muchas cosas y no nos hubiera llevado por este camino de pseudo destrucción. Me cuesta trabajo creer, en gran parte porque nunca había conocido a una persona así, que semejantes muestras de cariño pudieran ser exclusivas para el grupo de élite de tu vida, y no para la persona intermitente en tu vida que está “destinada a compartir su vida contigo” (en su respectivo momento). Así, mi poco conocimiento del mundo me llevó a no vislumbrar de manera efectiva la frontera entre tus intereses y los míos. ¿Yo sabía que esas muestras son con todos tus amigos cercanos? Yo no lo creo, yo estuve ahí un breve instante de nuestras vidas y hoy te puedo afirmar “claro que no”.

Cerrar una puerta antes de abrirla… creí que eso era una característica muy personal, y aún en este momento siguen surgiendo puntos en común entre tú y yo, acordes a lo que estamos viviendo. Te jactas de ser alguien que no teme decir las cosas, y simplemente no pudiste decir dos: “algo pasó en mi viaje, y lo tengo que resolver sola” y “estoy interesada en alguien (haciendo hincapié en y no eres tú)”. ¿Tres semanas después? Eso es a lo que yo llamo valor.

Me he limitado a una tendencia crítica, a pesar de que es muy probable que esto no lo vean tus ojos. Es por eso que las siguientes líneas reflejarán mi también sentido fatalista. Me resalta a la vista que mientras yo estaba perdido en un sentimiento por ti, mientras luchaba para encontrar la manera de poder verte todos los días sin desear ni cometer cosas torpes, tu corazón sufría… no estoy tan seguro de por quién, pero lo hacía, y esta es una situación TAN ajena dentro de mi vida. ¿Cómo llegué a pensar que era yo el motivo de tu confusión? Mi ego es tan grande, que en ocasiones cree que todo es posible… todo.

Retomando el sendero de la reflexión, te apoyo, nadie te conoce. Fuimos un grupo de personas que nos dejamos llevar por lo que nos pareció evidente, pero que desconocíamos la realidad de tu existencia. A pesar de ello, sigue siendo curioso que el número de jueces espontáneos sea tan grande.

En su momento, hablaste de segundas, terceras, cuartas y quintas oportunidades. Y en este punto podría encontrar algo que nos indica que no somos lo que pensábamos. No soy candidato a una segunda oportunidad (con objetivos distintos porque algunas circunstancias han quedado más que claras) ni soy alguien que se vaya a desgastar por conseguirla. Sí, la amistad es valiosa, y muchas veces más importantes que otras personas en nuestras vidas, pero tengo que repetir que una amiga sincera va a aceptarme con mis errores y no saldrá corriendo a la primera o segunda manifestación de algún aspecto negativo de mi ser. Curiosamente, y contrario a lo que tú percibiste, para mí, en estas manifestaciones en ningún momento demostré que no estaría “disponible” para ti. Si me preguntas qué es lo que yo percibo de esas conductas, utilizaría otras palabras tuyas: “no sé lo que quiero”. Y vaya, creo que eso dista mucho a negarte el lazo de mi amistad.

Con todo el respeto que te tengo, y en plena consciencia de que tal situación sólo es el nombre de tu abstracción, yo no soy ningún A… . Yo soy Miguel Angel, un ser muy observador, con tendencias a las suposiciones; que se detiene en los detalles más insignificantes, pero que, cuando se enfrenta a un sentimiento llamado amor, sufre una lucha interna, para decidir entre arriesgarse a dar rienda suelta a dicho sentimiento, o simplemente contenerlo hasta que desaparezca; alguien que si estaba destinado a ser una parte muy importante de tu vida, nunca te negaría una amistad, y nunca se rendiría ante semejante reto.

De acuerdo a lo que encuentro en tus palabras, el daño está hecho. Podría pensar en participar en una “lucha” para regresar del cementerio esa amistad que en ningún momento dudé en tener. Sin embargo, esto es cosa de dos… el miedo no me detiene… me detiene el hecho de que con poco tú eliminaste toda posibilidad de restauración.

PD: nunca estuve cansado. Si mi respuesta fue esa, es que, hasta cierto punto estaba jugando… jugando a adivinar lo que me dirías.

12 de julio de 2009

Nunca es suficiente

Una vez más mi mente va encaminada al mundo del desencanto. En estos momentos me resulta muy difícil permanecer en el presente y no tratar de predecir el futuro es una tarea casi imposible. Ahora es cuando me pregunto: ¿por qué?

Hubo un tiempo hace unas semanas en el que éste pareció detenerse; cosas extraordinarias y extrañas sucedieron. Mi corazón recordó cómo latir al ritmo de cierto sentimiento. Pero era de esperarse, ese efecto ya no está o está por desaparecer.

Muchas personas me han dicho que me detengo únicamente a observar los detalles negativos; que debería llenar con más optimismo mi existencia, pero lo cierto es que en este momento, tal pareciera que mi vida está llena de pésimas elecciones y una anomalía, aunque no descarto la posibilidad de que todo esto sea parte de un plan y un bien (relativo) mayor.

Justo ahora, sé que no tengo la sabiduría para luchar contra fantasmas del pasado; justo ahora, sé que nunca es suficiente; justo ahora, sé que no importa qué piense de mí, pues siempre hay alguien que es "mejor" que yo; justo ahora, me pregunto: ¿por qué me desvié del plan original? Éste me mantendría lejos de estos momentos de triste reflexión.

Hubo un tiempo hace unas semanas en el que creí que las cosas podrían ser diferentes, que finalmente comprobaría que no hay anomalía en mi existencia, que de nuevo podría ser parte importante en la vida de otro ser humano. Pero hoy creo que eso simplemente se queda como un terrible malentendido.

Ahora extraño todo. Me siento más expuesto que de costumbre, a merced de la voluntad de otros... y no sé en qué momento fue que sucedió. No estoy seguro de si arriesgué o no, pero de lo que estoy seguro es que de nuevo, los latidos de este corazón se han equivocado.

La vida, tal y como la conozco en este momento particular de mi existencia, está por terminar y me duele. Quisiera haber encontrado la forma de construir un poco de lo que en mis sueños había, pero quisiera es el tiempo estúpido del verbo querer (tal como hubiera lo es del verbo haber).

Hubo un tiempo hace unas semanas en el que me decían "te quiero" y "te extraño", frases que alimentaban mi espíritu de manera sin igual. En su lugar, ahora recibo "iguales" y silencios, respectivamente. Además, mensajes de otros hemisferios complementan esta teoría apocalíptico: las cosas van a cambiar, y no me va a gustar.

Y a pesar de todo, una melodía sin historia invade mi mente. Su nombre enmarca perfectamente el escenario que he preparado para el epílogo de esta historia. Soy un simple mortal, que no posee las habilidades para detener lo inminente. Y tras todo esto, sigo pensando que nunca es suficiente.

PD. Entraste a mi vida de una forma tan extraña como lo soy yo; creí que a pesar de tu "problema", podía trascender algo; y aún en estos momentos, hay palabras más allá del "te quiero" que describen perfectamente lo que siento, pero que es mejor dejar guardadas.

26 de junio de 2009

Un "te lo dije"

La constante en los últimos días fue la dualidad de tu conducta. Pero ahora, después de una charla con mi inconsciente, y de una explosión de mis emociones, la confusión ya no existe. Es curioso que nos hayas podido engañar a todos, y esa es la diferencia en esta historia.

Mi actividad favorita es suponer... suponer que las cosas tienen un sentido; que tienen una razón de ser. Esas suposiciones son las que me han traído hasta este punto, pero a diferencia de ocasiones anteriores en que las suposiciones simplemente representan lo que más me conviene, esta vez fuimos más de uno los que coincidimos que podría haber algo... terrible equivocación.

Los instrumentos musicales que conforman la melodía que me ha acompañado los últimos meses comienzan... anuncian una vez más esa tonada difícil de sacar de mi cabeza... cuentan una vez más una historia que no está escrita con letras... y una vez más, la historia cambia... me encuentro en medio de la lluvia, con la mirada hacia el cielo, preguntando ¿dónde estás? ¿Por qué has sido tú? ¿Acaso no existe forma alguna de entender que ...?

La nostalgia está a su máximo esplendor. Una parte de ella está ocasionada por mi inminente viaje a otra ciudad... Me perderé al menos dos días, pero estoy seguro que tu recuerdo me acompañará... ¿Por qué? Porque me he encargado de tenerte presente en estos días; mis simples recuerdos están llenos de ti, todo por mis torpes ideas de sentirme correspondido.

Ahora sé que no es así... de ti obtuve un "te lo dije". Si ser obstinado no fuera parte de mí, estas líneas no tendrían razón para existir. Te miré... y descubrí que estaba perdiendo mi esencia por mi experiencia tortuosa del pasado. Dije "será una prueba de fe", y descubro que tengo todo menos fe. Dije "encontraremos una manera" y tú parecías estar de acuerdo... pero creo que tú pensabas que hablaba de otra cosa.

Antes de cambiar de ciudad en este fin de semana, la nostalgia me invade... quisiera llamarte, pero sé que no haría nada más que complicar la situación. Quisiera decir que "te extraño", pero tengo miedo a recibir un "yo también", quisiera decirte "te quiero" y me aterra escuchar un "yo también", porque tú no tienes idea de lo que siento y me motiva decirlo. Quisiera abrazarte una vez más, para sentir que nada más importa, pero sé que si eso sucediera, pediría a lo más sagrado de este universo que ese momento jamás terminara... que tú pudieras corresponderlo como yo espero. Pero eso no sucederá... no después de dejar muy clara tu postura.

La vida va más allá de un "todo o nada", y creer que voy a poner distancia, o que te olvidaré fácilmente es algo muy iluso, porque una vez que existen estos sentimientos en mí, las personas tienen un valor especial que no me permite olvidar tan rápidamente qué es lo que siento. Sin embargo, un intento tengo que hacer, pues no puedo vivir de esta manera... no puedo aferrarme a algo que no existe, y tampoco tengo la fuerza para pelear contra un fantasma del pasado, sobretodo porque no es mío.

Tantas veces he pasado por esto, y sigue doliendo en el pecho de la misma manera. Tantas veces he errado y no aprendo a controlarme. Tú eres diferente y lo sé, pero no puedo evitar pensar en lo tonto que he sido, al creer que podría ser parte de tu mundo... ser parte como tú no puedes imaginar, lejos de lo que tú me ofreces. De verdad lo siento, pero te quiero más allá de lo que tú quisieras.

23 de junio de 2009

Destino Final

Hace ya tiempo desde la última vez que utilicé este "ejercicio". se necesitaron varias horas de música, una pregunta y una serie de circunstancias para poder escribir.

La espontaneidad es un elemento nuevo dentro de mi vida. He gastado mucho tiempo buscando, y otro poco esperando, pero lo cierto es que mi realidad actual escapa a toda experiencia pasada. Todo fue tan inesperado: la situación, el momento y la persona.

Pero lo que no ha cambiado son los vicios de siempre: idealización, rápida ilusión... en palabras que no son mías, correr antes de caminar... y como es usual, estrellarme contra una pared (continuando con la analogía).

Día tras día es una espera para comenzar de nuevo; las mañanas son hermosas y cortas; las tardes impacientes y eternas. Rápidamente, y con colaboración mía, te convertiste en alguien muy especial... alguien recurrente en mis sueños y en mis mundos paralelos. Veo tus ojos, y tú difícilmente puedes ver los míos. Te abrazo y me abrazas.

Pienso en ti, y creo que tú piensas en mí. Espero escuchar algunas palabras de tu boca, pero no siempre llegan. La duda me invade, y la confusión se apodera de ti (o eso creo).

Me dices que soy impredecible, y eso me gusta, pero sé que soy más simple de lo que muchos piensan. Mi mente me obliga a no dejar de verte, aunque sé que eso no te parece. Tal vez sí, es muy simple dejar de hacerlo, pero cuando hay sentimientos involucrados no puede ser tan sencillo. Por un momento mi mente se pierde...

La distancia, la lluvia, el clima y el contexto traen muchas ideas a mi mente... el quisiera me ha rebasado.

Hablas... y hago un esfuerzo para no verte. ¿Por qué llega el punto de buscar un por qué? Creo que había pospuesto este momento en mi afán de "dejarme llevar"... lo cierto es que eso no es lo mío; yo busco recabar la mayor cantidad de información posible. ¿Cuánto me puedo aislar en este momento? Es difícil con gente que te quiere alrededor.

Me pregunto... me pregunto tantas cosas que no sé cual tratar de contestar. Las ideas pierden el sentido, y no entiendo por qué es evidente que algo no va bien. La duda me ataca... y no entiendo en dónde está mi tranquilidad... ¿Dónde está mi felicidad? ¿Por qué depende de otros?

Siempre busco culpables... ¿y para qué hacerlo? La culpa es sólo mía... pero, ¿la culpa de qué? Tal vez de tener algunas emociones a flor de piel... tal vez de no tener el control total sobre mis pensamientos... tal vez de mi doble mensaje: no esperar nada de nadie, pero esperar todo de todos... soy dependiente, y eso va en contra de todo lo que creo. ¿En qué momento fue?, ¿Quién fue el culpable? Culpables... el culpable soy yo.

No estoy enfermo... pero como nunca siento mi fragilidad humana. La duda me asalta, y como ya lo he dicho antes, y como lo escuché en alguna parte, no confío ni en mi propia sombra. Mis creencias están en contra de mis creencias... mis pensamientos van en contra de mis ideales... y la razón está nublada por la duda.

¿Qué hacer? ¿Qué dejar de hacer? Tal vez la mejor respuesta es esperar... ¿Esperar a que todo se resuelva solo? Eso nunca...

Quiero estar solo... me siento tan solo.

6 de mayo de 2009

Quisiera decirlo

Unos momentos más en el mundo de ensueño, el momento en el que las palabras pueden salir. Los últimos días han estado marcados por lo que parece un toque de queda. Las calles lucen vacías, libres de tráfico, y en esta ciudad, eso da un temor particular. Además, tu ausencia es una situación que no puede pasar desapercibida.

Sólo tengo esporádicas noticias tuyas, y la mayoría de mis neuronas (las pocas que quedan y no deberían) creen que esa es la mejor forma. Sin embargo, la duda y la preocupación inundan mi ser. Por eso, escribo estas líneas anónimas, para poder expresarte lo mucho que me intriga la lejanía.

Soy sincero, sigo sin encontrar una respuesta del porqué te convertiste en una persona tan importante en mi vida en tan poco tiempo. Estoy consciente de que esta temporada fue de grandes cambios, tal vez con mucha ayuda de la vida escolar, pero contigo ha sido diferente, y lo sabes muy bien.

Hay cosas que definitivamente tenemos que vivir para casi comprenderlas, y te has encargado de recordarme que hay situaciones que no sólo dependen de mí, y sin embargo, sigo pensando en ti. La tendencia ha sido tratar de olvidarte; inclusive en ocasiones ha sido una necesidad, pero aún en tu ausencia, es algo que no he podido realizar. Te quiero y lo he dicho de frente.

He comprendido que esta situación va más allá de los caprichos, ya que por más que busco no encuentro a qué podría aferrarme. Lo único que he identificado es la forma en la que me siento cuando estás cerca. Y hay tantas cosas que desconoces. Y hay tantas cosas que podría hacer... pero no me atrevo; el mes pasado fue aterrador.

Hago una pausa en mi reflexión e imagino un día lluvioso. E irremediablemente estarás en mis pensamientos. La lluvia golpeando el vidrio de la ventana, los rayos y los truenos te traerán a mi mente. Y lamentaré estar lejos de ti. Me preguntaré, ¿por qué lo estás? Y no hallaré respuesta.

Puedo suponer una infinidad de cosas, y construir escenarios muy complejos, pero sólo puedo creer con seguridad que es un placer tenerte a mi lado... aunque tú no lo sepas y no lo veas de la misma manera. Es evidente que existe una empatía, pero creo que no es suficiente para lo que yo deseo en estos momentos.

Debo despedirme por esta ocasión... a veces creo que tendría mejores "resultados" siempre que el ícono esté en verde. Pero no lo hago. Ya que esto es para ti...

1 de mayo de 2009

Epica - Cry for the moon






Después de dejar de escribir durante el mes pasado de manera deliberada, regreso a este espacio con más tiempo libre del que quisiera, regreso con una canción de la banda favorita (que en este mes me hará incrementar la colección de discos), regreso con una nueva enfermedad de moda y regreso con muchas palabras que escribir.

Como sea, ya será en otra ocasión, porque esta está dedicada únicamente para la música. Cuando encontré este video, extrañé mi cabello largo, en fin.

31 de marzo de 2009

La pequeña rendija de una esperanza

El último día del mes de Marzo; no sé cómo me siento. El estrés de las labores escolares han mantenido a mi mente ocupada, pero en estos momentos, cuando puedo darme un breve respiro, la música castiga mis emociones.

Uno de los tantos errores que cometí fue confundir el “Qué” con el “Cómo”. Sabía lo que quiero, pero por motivos ajenos, pensé que lo desconocía. En su lugar, una nube de confusión se apoderó de mis ideas, y muchas decisiones no fueron trasladadas a la realidad.


Las suposiciones nunca han sido buenas compañeras, y mucho menos las interpretaciones. Tengo que aprender a ser más cauteloso al momento de “interpretar” (o simplemente no hacerlo) los mensajes que, según yo, recibía; una posibilidad extra es que no hubiera nada que interpretar, que haya visto mensajes inexistentes. Sin embargo, estaba tan confiado. Y esta vez había trascendido, ya no sólo era una idea en mi mente, un simple capricho, la sensación en mi pecho al estar consciente de tu presencia es mi mejor argumento en estos momentos.


Todo el tiempo conocemos gente, alguna llega a nuestras vidas para quedarse; otras dejan una marca en nuestro ser de tal manera que es muy difícil olvidarla; y todavía hay un grupo muy selecto, por quienes se desarrollan sentimientos muy complejos. Eres una de las pocas personas que me han hecho enfrentarme a uno de mis miedos más grandes, y aunque el resultado no fue el que pude haber imaginado (de manera tan optimista que hasta me asusta), por un momento olvidé todo impedimento para …


Desconozco la forma en la que sientes y piensas, y es por eso que esta situación está meramente cimentada en las suposiciones, en todo lo que no es. Además, no sé que será de los días que vendrán; lo que sí sé es que en estos momentos hay una idea dominante en mi mente, y no tardarás en descubrir la connotación de este mensaje. Si aún así no lo captas, creo que es mejor no entrar en detalles.


Tantas cosas por decir, y no aproveché la ocasión. Este es mi breve momento de arrepentimiento. Pero viendo las cosas desde aquí, no creo que algo hubiera sido diferente. Las cosas me han quedado claras ahora, o al menos es el intento de una parte de mí porque así sea. No tardaré en reflexionar acerca de lo que soy y no soy. Por más extremista que parezca, ser lo que soy no ha traído cosas buenas, pero ser quien no soy me preocuparía aún más, por eso, me permito hacer un lado los estereotipos y continuar de esta manera: siendo un ser tan extraño y complejo, que no dice algo sin sentirlo, y que, también, detesta desde los más profundo de su ser las mentiras.


Si bien idealizo todos los días, es a través de las mentiras que me permito encontrar la herramienta perfecta para poner las cosas en orden; para encontrar un poco de claridad en etapas de “juicio nublado”. Así, he logrado que mi idea imperante tome el control, aunque esto resulte en ocasiones en conductas tan estúpidas.


Irremediablemente había grandes planes, idealizaciones muy bellas, que en estos momentos están condenadas a la desaparición; existe una remota posibilidad, pero estoy convencido de que eso no sucederá. Todo quedará para otra ocasión, como es usual en esta vida que me he encargado de desarrollar.

18 de marzo de 2009

Miedo (estampas del pasado y del presente)

Las enseñanzas presentes afirman que la represión no me lleva a ningún lado, que la energía de mis emociones busca conductos alternos para liberarse. También afirman que el miedo paraliza.

Todo lo anterior no es nada nuevo, y sin embargo, parece que es la piedra con la que he de tropezar de nuevo. ¿Es acaso que no lo logro comprender? La indecisión me mata. NO puedo continuar así, pero cuando el miedo se disfraza de confusión, ¿qué hacer?


Se habla de dobles mensajes que damos y recibimos. En este punto es necesaria la suposición, y es un error que ya he cometido. Busco en mi interior mis deseos, las palabras que deseo expresar, incluso puedo asegurar que existen exámenes de consciencia previos; pero pareciera que en el mundo real pierden toda señal de validez.


Podría ocuparme sólo de mis ocupaciones y pensamientos, pero si lo hiciera no sería yo. Por tradición, hago suposiciones, construyo escenarios, descalifico alternativas antes de llevarlas a cabo, pero sobretodo, me paralizo al momento de tomar una decisión final (y que esta lleva consigo un nuevo principio)


¿Por qué desde hace tiempo creo que me enfrento a una paradoja temporal? Nunca hay tiempo suficiente, y siempre sobra tiempo. ¿Cuál es el punto intermedio? ¿Acaso es algo que se da por sí solo? ¿No hay forma de controlarlo? Creo que a estas alturas ya cuento con muchas interrogantes.


El punto importante es aprender… creo que el crecer sin una figura qué seguir tienen repercusiones más prolongadas de lo que creía. Hay aspectos de mi vida que tal parece no se han comenzado a desarrollar. Y esto que me aflige es una de ellas. La condición de esta válvula de escape es no dar detalles, sin embargo, alguien que haya estado cerca de mí los últimos días entenderá a qué refiere y hacia dónde va esta serie de cuestionamientos.


Esto que he reprimido crece y crece, no sé si seré capaz de contenerlo un minuto más. La opción viable, utilizando un poco del lenguaje de la carrera, es simplemente decirlo, pero inmediatamente vienen los condicionamientos: ¿alguien sale beneficiado al enterarse de esto, que ya todos saben? ¿Hay algo que puede o pudiera cambiar? ¿Es esa la forma en la que quiero hacer las cosas?


Lo único que es seguro en este momento son las emociones que han despertados, las aparentes necesidades, y las ganas inconmensurables de ejercer ese acto que podría confirmar o desmentir tanto. En este instante, la música es tan ad hoc:


The world was on fire

No one could save me but you.

Strange what desire will make foolish people do

I never dreamed that I'd meet somebody like you

And I never dreamed that I'd lose somebody like you


Al parecer aquí hay un poco de lo que hay en mi mente en estos instantes:


What a wicked game you play

To make me feel this way

What a wicked thing to do

To let me dream of you

What a wicked thing to say

You never felt this way

What a wicked thing to do

To make me dream of you


Las soluciones parecen estar tan cercanas, tal vez sólo es tiempo de enfrentarlo, sin importar las consecuencias, superando las posibles respuestas que ya formulé por mi cuenta; olvidando paradojas temporales y recordando que el mejor lugar y el mejor momento sólo es una invención de mi imaginación

8 de marzo de 2009

Pensar en ti

Fue en un día caluroso. La concurrencia en aquel lugar era considerable; la mayoría, caras conocidas. Además, el escenario se complementaba perfectamente con las mesas colocadas para la celebración. A mi alrededor todos lucen felices, disfrutan del tiempo como antes no lo hacían. Sin embargo, parece que soy yo quien desentona en semejante lugar.

Hay algo en mi mente que no me deja tranquilo, detonado por la aparente cercanía. Algunos se detienen a preguntarme: “¿por qué estás tan serio? Si quieres puedes irte a dormir debajo de una sombra; No vale la pena pensar en ella, ya regresará”. Es curioso, cada uno tiene una idea errónea de lo que verdaderamente pasa dentro de mi interior, y aún así, no termino con su ignorancia. Hay días en que considero que es lo mejor, simplemente porque creo que van a decirme lo que quiero escuchar, y eso no ayudaría.


El día continúa su marcha; atrás quedó la humedad causada por aquellos pequeños niños corriendo alrededor de una pequeña alberca inflable, persiguiéndose con la manguera del agua y empapando a cualquiera que se atreva a acercarse (creo que elegí el lugar incorrecto para colocar mi asiento). El ocaso está cerca, y pronto las estrellas se asomarán para contar las historias del pasado, y la luna se erguirá como astro guía.


Durante el crepúsculo mis oídos y mi mente se conectan de nuevo y por un breve instante: la ambientación no es lo que esperaría para el espectáculo que estoy viviendo (a pesar de tantos años de convivencia, nadie se percata que la música que la única causa de mi malestar en ese momento). Guardo cualquier comentario relacionado con la música, ya que aparentemente todos disfrutan el momento. Concentro mi mente en el brillo del cielo, que particularmente luce más hermoso que en mi lugar cotidiano (hermosura desencadenada, una vez más, por la aparente cercanía).


La oscuridad se apodera del lugar. Algunos de los invitados hacen un esfuerzo por encender pequeñas luces que se encuentran a nuestro alrededor, en forma de antorchas, logrando por un momento un cambio en la atmósfera de aquel lugar. Pero, ya que las pequeñas antorchas no han sido suficientes (y que son presa fácil de los niños que corren y juegan con hielos), es necesario recurrir a la energía eléctrica. Las sonrisas de los concurrentes aumentan. Y yo, sentado con la mira en el cielo, simplemente evocando la figura de una persona.


¿Qué estará haciendo? ¿En qué pensará? ¿Mirará el cielo al igual que yo? ¿Qué tan complicado sería que lo hiciéramos al mismo tiempo? ¿Qué busca en la vida? ¿Qué busco yo? ¿Qué es lo que quiero? Concluyo que todas son preguntas dignas de mi asignación escolar del fin de semana, y que aún así no me llevan a nada, así que decido omitirlas por un momento de mi existencia.


Existencia: ¿cómo determinar lo que es real y lo que es subjetivo? Recuerdo una de mis aseveraciones anteriores: “Todo es real y relativo, de acuerdo a lo que necesitamos ver y escuchar”. Me queda claro que el camino es largo y sinuoso.


Mis momentos de reflexión se ven perturbados por la incursión de frases llenas de verdad que escucho a lo lejos (proveniente de una persona que ha abusado en el consumo de alcohol). Me dispuse a regresar al mundo de lo tangible. La noche siguió su transcurso, sin saber siquiera qué es lo que me aguardaba.


Al final, sólo subí al auto, cerré la puerta, coloqué el cinturón de seguridad alrededor mío, dejé que el destino actuara y que mi subconsciente tomara el control.

4 de marzo de 2009

Antes de ir a dormir

La noche ha caído; el ambiente está en calma; la luz de la luna acaricia mis retinas, y me guía hasta la ventana. Me obliga a contemplarla; reflexiono: ¿cuánto tiempo ha pasado? ¿Acaso soy feliz? Me pierdo en esa blanca y resplandeciente luz.

Desvío mi mirada, dentro del cuarto oscuro; me recuesto; reflexiono: ¿acaso sé lo que siento? ¿Sabré ya lo que espero? Me levanto, el cuarto se ilumina.

Tomo un cuaderno, y comienzo a plasmar mis ideas. No puedo negarlo, tu presencia me ha invadido. Estás en todas partes, incluso en mis sueños. Reflexiono: ¿sabes lo que puedo llegar a sentir por ti? Lo dudo. Me detengo por un momento... te recuerdo, y mi corazón se acelera. Me pregunto: ¿por qué es tan difícil compartirlo? Me digo: ¡cuánto deseo que pudieras entenderlo! Me recuesto. Cierro los ojos e imagino; te veo; sonrío.

Mi mente se ocupa de encontrar lógica en la lógica que no tiene lógica, mis sueños se encargan de demostrar qué es lo que quiero, mis sentimientos se refugian tras una muralla que he construído, mis esperanzas nunca me abandonan y mi corazón sólo dice: Buenas noches.

PD: quisiera ser yo...

1 de marzo de 2009

Nightwish - Deep Silent Complete

Pues últimamente no he tenido tiempo para escribir, y la verdad no quiero empezar a escribir cualquier cosa, así que, por el momento y por ser el primer día del mes, sólo dejaré un video.

15 de febrero de 2009

Despúes de todo

El día de hoy, las cosas han retomado su curso aparente. Después de los latigazos de la vida, siempre llega la calma. Sin embargo, fueron necesarias unas cuantas horas para cumplir con un pequeño capricho: escuchar casi de manera continua las 132 canciones que tengo en la colección personal de mi banda favorita: Epica. Pero como uno no puede escuchar tantos acordes, tantas ideas y mezclarlos con los propios, hubo particularmente una canción que podría explicar, con algunos de sus versos, qué es lo que procede.

Así, dejo a continuación la canción que resaltó de entre todas por su lírica. Fue grabada ya hace algunos años (unos 4 para ser más exacto), y se puede apreciar un poco de lo que el grupo puede ser en vivo. Si la situación no falla, también agregaré la letra, ya que era el asunto importante.












13 de febrero de 2009

A favor de los pequeños grandes detalles

Fue necesario entrar al terreno del ensueño para hacer a un lado (por un breve momento) todos los pensamientos que tienen tomada como rehén a mi mente. ¿Y cuál es el motivo? Sencillamente decir lo que pienso de este circo que se desarrolla alrededor de la víspera de la primera quincena de febrero.

No soy partidario de las fechas importantes, ya que me resulta hipócrita el que "sólo por un día fingimos olvidar todos nuestros rencores, defectos y fallas para darnos amor".

Es una muestra de la poca capacidad que presentamos para realizar juicios, y la prueba fehaciente de que somos presas de un sistema consumista. ¿El amor o la amistad se compra? No voy a negar que es placentero recibir algún presentesen estos días (y no sólo me baso en el que está próximo a celebrarse, me remito a cumpleaños[respeto únicamente los cumpleaños de mis amigos y familia, que son verdaderas fechas especiales], navidades, días del niño, etc.), pero la mayoría ha perdido la noción de lo que realmente podría simbolizar tal fecha, y se preocupa única y exclusivamente en dar el regalo más costoso para quedar bien.

Atrás quedaron pues aquellos sencillos presentes con los que reconocíamos a esa persona que estuvo ahí cuando la novia nos dejó; aquella que nos brindó palabras de aliento cuando se presentó un problema en la escuela; aquél que sin dudarlo nos prestó su humilde casa para hacer la fiesta que tanto queríamos organizar. Como sea, ¿por qué no dar algo que el dinero no pueda comprar? Es decir, regalar cosas que hacemos nosotros mismos. ¿Por qué no regalar una sonrisa cada vez que alguien hace un comentario desatinado? Al final, todos somos seres humanos y podemos cometer errores. O si la cuestión es regalar algo material: ¿Por qué no organizar un sencillo intercambio, donde se dé aquello que la otra persona desea?

Al igual que en otras fechas especiales, desde hace unos años tengo la buena costumbre de escribir algo para todos aquellos seres que se han cruzado en mi camino y me han regalado parte de su existencia.

En primera instancia, este mensaje estaría divido en dos: la primera parte la descalificación de la "tradición" y la segunda un breve reconocimiento público para las personas que día a día comparten y me dejan compartir nuevas experiencias. Para entrar en materia, lo haré como casi nunca lo hago en textos del dominio público: con una confesión. Nunca imaginé, desde el momento en que llegué a la benemérita UAM y hasta hace unos pocos meses atrás, que podría encontrar a tantas personas, quienes día con día, se encargan de recordarme la verdadera belleza de esta vida.

También faltando a mi tradición de nunca escribir nombres, esta vez la ocasión lo amerita, pero antes de hacerlo, quiero hacer la aclaración de que en mi universo existen varias clasificaciones para las personas con las que convivo: en primer lugar mis hermanos no sanguíneos (de los que ya he hablado con anterioridad), mis amigos y mis compañeros.

Así, el orden en el que pudiera escribir los nombres no refleja ni más, ni menos importancia, quedará en cada quién interpretar en dónde es que se encuentran dentro de tal clasificicación. Por eso, quiero agradecer a los Sres. Iván y Pablo por estos años a mi lado, lleno de experiencias (nuevas y viejas) enriquecedoras, bromas y carcajadas hasta desfallecer, y por toda la sabiduría emanada de nuestras filosofadas (aunque últimamente les he quedado mal, por no encotrarme en la mejor situación mental). A Paul y Rubí, por enseñarme que a la UAM va gente de primer mundo, no saben lo agradecido que estoy porque se hayan cruzado en mi camino, ambos son gente grande. Maribel (espero que leas esto), ya he comentado lo encantado que estoy de tenerte cerca de mí (sobretodo por las expectativas que tenía hace unos años y que comenté contigo hace no muchp), la dinámica de mis últimos mensajes ha sido dar indicios, desde mi perspectiva, del porqué de nuestra amistad, he aquí otro de ellos: estuviste ahí en el momento y con las palabras que más necesitaba, además, gracias a ti ahora hay asuntos escolares que tienen mucho sentido y que antes no lo tenían (como citar, jaja). Para Daniel, Eliuth y Pamela, mención especial, por compartir y saber escuchar, con ustedes comencé a confiar de nuevo en las personas, descubrí que puedo descubrirme a través de los acertados puntos de vista de gente inteligente. Con Karen, Magalli y Brianda no encuentro las palabras más adeacuadas para decir: ¿en dónde se habían metido? ¿Cómo pasaron 4 trimestres lejos de mí (¿se nota el ego?)? Afortunadamente ya se los dije en persona, pero aquí lo repito: son personas muy importantes para mí. Marvin, Carlos, Paola, Piloto (jaja), eso de no ir all los entrenamientos mermó considerablemente el tiempo de convivencia, sin embargo, ustedes me enseñaron el valor del trabajo en equipo, prometo ir a darme mis vueltas a las canchas más seguido, personas ocupadas. Norma, me debes una salida (y lo digo así para disfrazar las que yo debo), y a pesar de que aún defiendes a cierto individuo, te estimo mucho y quisiera llegar a conocerte más. Ivette Heredia, siempre has estado ahí, gracias.

Mención aparte merecen todos aquellos que, por algún motivo (como el cambio de escuela) nos encontramos alejados. En esta categoría incluyo a Jazmín (¿he dicho que te quiero y te respeto mucho?), Walter, Josué, Luis Felipe, Jessica, otro Carlos, Pam, Gabriel, Dulce (tú sí me diste la sorpresa para el año completo), Melissa. Y también, con los que las cosas no han terminado de cuajar: Vero, Senyase, Alejandra, Ivette, y compañeros varios de la UAM.

Como sea, si algún nombre se me fue por ahí, por algo será... Es broma, ahora que lo hago de esta forma, sé por qué omito nombres, es muy difícil recordarlos a todos. Con lo anterior prentendo dar un reconocimiento extra a todos aquellos que me han demostrado (aún con un pequeño "Hola, ¿cómo sigues?") su interés en mi persona.

Crean que, cuando yo sea perfectamente solvente económicamente, la dinámica será otra... Es tiempo de decir (una vez más), gracias.

11 de febrero de 2009

¿Y tú qué harías?

Entre las cuestiones filosóficas, psicológicas, apáticas y viejos conceptos e ideales que me han invadido en los últimos días, encontré en un blog una "prueba" muy peculiar, que sin dudar resolví casi inmediatamente, sin embargo, mi fascinación surgió cuando ví las alternativas que se ofrecían en dicho blog. No se necesita ser un genio para saber que alguno sabía la respuesta "correcta" a tal situación, y que los demás actuaron por reflejo.

No obstante, me pareció muy curioso el ni siquiera haber considerado una de esas alternativas: ¿será que soy tan simple?¿Será que soy un simple mortal? Muchas son las incógnitas que me vienen a la mente, pero cada quién es lo que quiere ser y hace lo posible para conseguirlo. Aquí está la situación:

Imagina que vas con tu coche y te paras delante de una parada de autobus y ves a 3 personas, y tienes que subir unicamente a una, ya que en tu coche no hay espacio para nadie mas ¿a quien subirias?:

1. Un anciana que está a punto de morir, puesto que le ha dado un infarto y debe ser llevada urgentemente al hospital.
2. Un amigo que te salvo la vida un par de veces, una de un atropello y la otra de un accidente de coche.
3. La mujer (u hombre) de tus sueños, la persona que siempre has soñado, y la que sabes que si dejas escapar, puede que nunca vuelvas a ver.

¿A QUIEN DE LOS 3 SUBIRÍAS?.

Se buscan opciones ingeniosas (creo que ese es el título del post original)

8 de febrero de 2009

La relatividad en el tiempo

Estos últimos días en particular se han desarrollado a un ritmo semi lento. Una vez más he sido presa del ocio y del encierro, motivado principalmente por la apatía que ha invadido mi ser. ¿La razón? Aún la desconozco. Sobran las suposiciones. ¿Acaso será la readaptación a una vieja rutina? ¿Acaso una parte de mi ser extraña el tiempo "libre"? ¿O todo es consecuencia de mis constantes visitas al hospital?

Como sea, es frustrante sentir la necesidad de salir a dar una vuelta, a ver las nubes transitar sobre mí, observar cómo la luna, casi en su total plenitud, me saluda, o cómo las estrellas (las pocas que son visibles desde esta iluminada ciudad) cuentan el pasado.

A diferencia de otras ocasiones en que este sentimiento y esta apatía me habían invadido, esta vez no hubo forma de escapar. Todo se reduce a una espera; espero saber qué es lo que espero.

Mejores momentos vendrán, y mejores cosas habrá para escribir.

1 de febrero de 2009

Paramore - Crushcrushcrush

Siguiendo con las tendencias de antaño, en el ya viejo Windows Live Spaces, cada cierto tiempo colocaba una entrada sobre una canción. Dado que en aquel entonces no había muchas posibilidades, y portales como Youtube no habían adquirido gran importancia, me limitaba a sólo colocar la letra de la canción.

A partir de hace unos meses atrás, en una de las tantas páginas de Redes Sociales (por no decir Hi5), decidí retomar esta vieja costumbre, pero ahora con videos, ya sean oficiales, de conciertos e incluso videos aficionados si es que el sonido lo permite.

Así la condición para colocar cada mes un video aquí es simple: cualquier canción que considere que todo mundo debería escuchar, o que sencillamente no la pueda sacar de mi cabeza (y en este mes es el caso) aparecerá a principios de cada mes por aquí.

Hablando un poco de este grupo, creo que gozan de cierta fama en los Estados Unidos (y en Chile) ya que se colaron en el soundtrack de una película... como sea, yo los "conocí" gracias a Lastfm y, desde un principio, me recordaron aquellos viejos grupos y artistas que aparecían en los discos que tocaba en mi legendario Discman (que por cierto, me robaron). En un instante, los clasifiqué como una mezcla de Blink 182 con Avril Lavigne (jajajaja). Pero como las etiquetas son lo de menos, dejaré el video de una de sus canciones en vivo (una de las mejores pruebas para reconocer a un "buen" artista y/o grupo). Todo en la vida no es metal, jajaja. Tengo mi lado "comercial".



31 de enero de 2009

Como en los viejos tiempos

De nuevo las páginas de este viejo cuaderno son mis cómplices; justo a lado de un texto de antaño escrito hace años. La vida da giros constantemente: nos regala lecciones importantes (como el no faltar a las tradiciones de fin de año); hace notar a todas esas personas que están a tu alrededor incondicionalmente y que tal vez no hayas notado todavía; y cruza en tu camino a personas interesantes, de esas a las que da gusto conocer e intentar decifrar.

Como en los viejos tiempos, el mundo se detuvo para que yo pudiera notar la presencia de esa persona. Como en los viejos tiempos, todo ha comenzado con una mirada (tal vez correspondida).

Me tranquiliza saber que no todo es como solía ser: no tardé años para atreverme a dejar de ser un mero espectador, tampoco he perdido la cabeza ni empezado a construir castillos en el aire.

He redescubierto aquello a lo que llamo especial a través de los ojos y la mirada de otra persona. Una de las tantas partes de mi yo interior que creía desaparecida se ha vuelto a manifestar.

Sin embargo, es demasiado pronto... Aún no es tiempo de dejarse llevar ni permitir que cierto estado mental se apodere de mi sistema, a pesar de ser una de las pocas circunstancias que nos recuerda que estamos vivos; y que nos hace querer dar lo mejor de nosotros, compartir todo aquello que está reservado para seres extraordinarios; en otras palabras, lo que nos brinda inspiración para afrontar los retos de esta vida.

En el pasado, e inconcientemente, la música que solía escuchar contaba una historia futura que nunca creí que llegaría en aquel entonces. Recuerdo que deseaba que eso no fuera de esa manera, pero ahora, gracias a un gran amigo y a sus canciones, no me queda más que esperar que mis deseos encuentren la manera de colarse al mundo real.

19 de enero de 2009

El inicio oficial del camino


A través de varias ocurrencias en mi vida estoy seguro de que nosotros construímos nuestro futuro, nuestro destino, nuestra suerte. Ya sea con varios consejos de un gran amigo: "tú eres quien debe escribir los finales de tus historias" (ITO), o simplemente porque es necesario quitarle las ruedas de apoyo a la bicicleta.

Las personas (o al menos yo en algunas ocasiones) son muy representativas y buscan cualquier pretexto para tener presente una fecha en especial en la memoria (me suenan "el día del amor y la amistad", "el año nuevo", etc.). Así que siguiendo esa tendencia, desde hace unos meses atrás, en mi calendario personal, estaba marcado el día 19 de enero de 2009 como el inicio del díficil camino que me llevará a la realización de una gran ambición. Como toda buena fecha representativa, el día de hoy estuvo enmarcado por la confirmación del casi asesinato de mi tiempo libre.

Soy sincero, las últimas fechas (considerando semanas o incluso meses) no se caracterizaron por mi productividad, sin embargo, creo que es algo que voy a extrañar.

El sueño de todo profesor dedicado (por establecer un adjetivo válido) se ha cumplido: a partir de este inicio de año, he convertido a la escuela en una actividad de tiempo completo (donde la jornada ya es equiparable con la jornada laboral). Uno de los principales objetivos de esta situación lo he definido como "hacer méritos", y la mejor traducción sería ganar habilidades en tiempo récord, ocuparme de cosas a las que no había tomado importancia y comenzar a desarrollar de manera (más) productiva aquellas que ya me ocupaban.

En fin, con el inicio de esta "carrera contra el tiempo" sólo me nace un deseo (y que tiene mucho que ver con los "carteles informativos" que se encuentran distribuídos por toda la benemérita): espero de todo corazón que el sindicato de trabajadores recuerde que hace un año perdieron más de lo que ganaron; que a pesar de que todos deseamos una mejora en nuestros ingresos (y que sinceramente lo que tenemos casi no alcanza para nada), un incremento del 25% a su salario escapa a toda posibilidad real; a pesar de que el derecho a huelga es constitucional, la universidad es de y para los alumnos, no del rector. Creo que ya fueron muchos deseos...

14 de enero de 2009

El fantasma de la mercadotecnia

Después de las constantes interrupciones a la entrada de ayer, y después de una sesión musical que se prolongó hasta las dos de la mañana, mi mente fue capaz de encontrar un tema, a partir del cuál podrían derivarse algunos otros escritos; sin embargo y hasta el momento, sólo está contemplado uno.

Como sea, el día de ayer reflexionaba acerca de lo grato que es poder escuchar una canción o un disco de un grupo musical sin necesidad de recurrir a los grandes escaparates, es decir, sin que ese trasfondo que hay tras una "recomendación" en un canal de televisión, en una revista musical o en una estación de radio. Creo que para nadie resulta extraño que todas esas actividades no son más que un show montado por la mercadotecnia.

No es un secreto que todos los días, en cualquier lugar, en cualquier momento del día e incluso lo que sea que estemos haciendo somos víctimas de un ataque masivo de anuncios publicitarios: si prendes la tele en cualquier canal seguramente verás una marca; si sintonizas el radio (para los que tienen la opción de hacerlo) muy probablemente escucharán un comercial antes que una canción; si viajas en el autobús o en el Metro, etc. Las marcas están por todas partes.

Tal parece que la mentalidad del sistema económico actual (búscale valor a todo) cobija a la perfección a este fenómeno (no se me ocurre alguna otra palabra), que tal vez en un principio lo que perseguía era dar a conocer productos (o lo que fuere), pero que con el tiempo y hasta nuestros días ha mutado en un montruo que, parafraseando al fundador de Sony Akio Morita, ya no está satisfecho con "satisfacer" necesidades, sino que se empeña en crearlas.

Es así que la palabra necesidad alcanza nuevas dimensiones en nuestros días. Lo que es necesario para nosotros (y aquí se pueden citar tantos ejemplos, pero creo que el más representativo es un teléfono celular. ¿Cuántas y cuántas personas no pueden dejar sus hogares si no llevan consigo su telefonito?) no lo era antes para cualquier ciudadano del mundo que pudieramos elegir. Y además, al igual que uno que otro problema más, no respeta nada ni a nadie, y la música no se escapa.

Tal vez alguien que ya se haya cruzado en mi camino y que conozca (al menos por nombre) un poco de mis gustos musicales se pregunte: ¿por qué tiene que irse tan lejos (en el sentido literario) para conseguir un grupo musical? En parte, la pregunta anterior encuentra sus respuesta en la influencia de la mercadotecnia sobre las mentes de los ciudadanos mexicanos (me refiero claro a los habitantes de las ciudades porque creo que, hasta cierto punto, los habitantes rurales escapan un poco a dicha exposición).

En este país cualquiera puede triunfar (musicalmente hablando, y dejando a un lado el prejuicio de que eso no lo puedo considerar como música), y en gran parte (si no es que toda) es gracias a la estrategia mercadológica que se utilice. Si fulanito que sale en la tele que le gusta "x" grupo, "x" se hace "súper" popular; si en MTV sale zutanito, zutanito es un "músico" de calidad; o si un locutor de radio ofrece su valiosísima opinión en su programa sobre "el artista de México", todo su auditorio se lo cree. Hasta este punto no he encontrado la capacidad crítica de las personas, pero creo que es mejor ni esforzarse.

Lo anterior conlleva a que la mayor parte del tiempo nadie se dé cuenta de la realidad de "sus" artistas, y con esto sólo ocasionan que la mercadotecnia siga y siga alimentándose de la ignorancia de las personas. No tengo nada personal, al final todos somos seres humanos llenos de virudes y defectos, pero: ¿alguien ha escuchado "cantar" a la vocalista de Belanova en vivo?, ¿algún seguidor de Luis Miguel sabe que se roba "sus" canciones (bueno, los compositores con mucho gusto se las regalan para que tengan la suerte de ser interpretadas por tan grandioso personaje, y son mera difamación todas las ocasiones que se ha visto envuelto en problemas legales)?, ¿algún padre de familia responsable (y no persinado) se preocupa por conocer las "letras" del reggaetton que tanto le gusta bailar a su hija (sé que la mayoría de las canciones necesitan a mentes brillantes y extraordinarias para su composición, pero hay otras que de verdad dejan pensando que nos preocupemos más por el contenido adulto de una película para mayores de edad que lo que podemos escuchar en cualquier radio)? Como sea, nada más hablo al tanteo.

Ya he dado muchos argumentos negativos por darles un nombre, así que es tiempo de dar argumentos positivos, aunque de hecho, se resume en uno: que alguien sea verdaderamente feliz, y que su felicidad no sea impuesta o que no sea de alguien más, como resultado de escuchar a su artista favorito, sea quien fuere, del género cualquiera es válido, ya que a manera personal creo que esa es la esencia de la música: transmitir emociones (del autor) a la persona que escucha. Y es así como llego al siguiente punto: no se dejen llevar por la primera impresión, ya que seguro ésta está manipulada por la mercadotecnia.

13 de enero de 2009

Sin un motivo.

Pues después de estar marginado un poco de este sitio a causa de la inactividad mental que ocasiona el periodo vacacional y la infección que aún ataca a mi garganta, regreso, pero lo hago sin tema para escribir, sin motivos específicos, es decir, por el mero placer de hacerlo, pues se trata de traer a la mente algunas memorias cuando en un futuro lea esto.

A pesar de que el día de hoy me siento muy motivo a escribir con respecto a la burocracia, o las bondades de los servidores computacionales de la época moderna que facilitan los trámites por Internet, no terminaré con la paz que hay en este sitio.

Las últimas reflexiones me han llevado a caer en temas que ya en un pasado he analizado y he concluído, sin embargo, aún no termino de comprender por qué si conozco algunas respuestas, simplemente no realizo acción alguna... Supongo que en el fondo no lo necesito (o creo no necesitarlo).

El día de hoy, que marca el regreso momentáneo a las actividades escolares (y con ello el inicio de trimestres intensivos, para hacer méritos ... ), estuvo enmarcado por la pregunta: ¿qué es lo peor que te puede pasar cuando la chica (niña, mujer, joven, etc.) que te gusta anda con otro? Bien, he de confesar que el tema es digno de aparecer en cualquier "revista" cuyo nombre empiece con "E" o qué se yo, pero sin duda es algo a lo que nos enfrentamos varias veces (tal vez más de las que necesitamos) en la vida. Pero no entraré detalles, para evitar caer en ejemplos particulares. Esuna situación que si bien he vivido, pero que no corresponde a mi realidad en este momento.

Creo que no sabemos identificar claramente las oportunidades que se nos presentan; que no siempre estamos dispuestos a arriesgar, ya sea por experiencias pasadas o porque no terminamos de encontrar argumentos válidos para hacerlo; o que simplemente no es la persona por quien lo haríamos. Aún así, cualquier idea desprendida de lo anterior no aplica para mí, porque muy en el fondo sé que estoy negado.

Ya casi ha pasado la primera mitad del primer mes de este año, mis prioridades quedaron establecidas desde hace ya un tiempo, y es hoy, cuando tal vez la más insignificante de ellas se ha cumplido, así que me brinda un poco de esperanza para recorrer un camino lleno de retos y metas que cumplir.

Para despedirme, esta vez dejaré una imagen que tomé hace algunos meses, y que casi provoca una lucha contra unas decenas de abejas.

7 de enero de 2009

El fin a la tregua invernal

A raíz del perido vacacional (que en mi caso se extiende hasta el 19 de este mes) no hay más que un enorme periodo de reflexión (¿y por qué no de critica "destructiva"?) hasta nuevo aviso...

En los últimos días del año (como es costumbre), asistimos al mejor show dado por las personas; al parecer, y por única ocasión en el año, actúamos con nuestra mejor máscara, es decir, todos reflejamos una aparente paz, tranquilidad y comprensión hacia los demás. Sin embargo, a 7 días de iniciado "el nuevo año", esta máscara no ha dejado más que un recuerdo en nuestras mentes.

Al caminar por la calle, al utilizar un convoy muy concurrido del sistema de transporte colectivo, o al intentar descender de un autobús de pasajeros, es notable que la paz y tranquilidad han abandonado a la persona de a lado. De nuevo, regresamos a nuestra cotidiana molestia, causada por el niño que sin querer nos ha golpeado (muy levemente) un brazo; de nueva cuenta los choferes del transporte público regresan a sus antiguas herramientas de intimidación hacia sus colegas (cerrones, dimes y diretes, etc.). Ya nada queda del "espíritu navideño" (lo cuál no hace más que comprobar que está del lado de los regalos materiales).

Si en más de una ocasión nos detuviéramos a pensar que no todo tiene una causa, o no todo es con la intención de molestar, este mundo podría ahorrarse muchos disgustos. Como sea, es necesario regresar a la antigua rutina.

Escapando al tema, en los últimos meses se ha desarrollado todo un fenómeno (creo más en el truco publicitario para hacernos creer lo anterior, y para caer en el consumo de los productos) en torno a una serie de libros, y posteriormete a una producción cinematográfica basada en. Como no soy un erudito en el tema, y cada quién es libre de entretenerse con lo que guste, lo anterior sólo era la justificación para la imagen que coloco, que nada tiene que ver con la crítica, pero que de verdad me hace respirar profundo esta joven mujer.

5 de enero de 2009

El camino hacia ...


A través de este sitio es muy probable que dé a conocer aspectos de mi vida que tal vez en primer lugar pasen desapercibidos. A pesar de que tengo años escribiendo en lugares donde extraños pueden leer, comentar o fusilar lo escrito, es la primera vez que lo hago en un sitio destinado exclusivamente para ello.

La motivación para abrir un espacio como éste es el de concebir en el largo plazo cuál fue mi transitar en esta vida para lograr la meta que me he propuesto (y que no comentaré, lo dejaré para los pocos que ya la saben). Es entonces un espacio para las reflexiones, pero como sé que en algún momento puede llegar a ser muy tedioso o aburrido, no cerraré nunca la posibilidad de escribir algo sobre las viviencias diarias, las "buenas costumbres" (eso lo acabo de decir en una conversación por el Messenger), la música que es lo que me mueve, en fin, de lo que sea.

Creo entonces que este espacio albergará muchos de los sentimientos que desarrolle a través de los años venideros, ¿y por qué no? será un espacio para practicar la redacción.

Entrando en materia, tal vez no existe un mejor nombre para este sitio, a pesar de que uno de mis principales problemas es ese. Sin embargo, y con todo y que suena a farolada, refleja (y expresa) el fin último. Y qué mejor que iniciar a escribir que en una noche (más bien madrugada), donde las ideas se confunden con el mundo de ensueño. También es curioso que es en un día que, en algunos años atrás, era sinónimo de ilusión y esperanza. Pero la gente crece y parece perder la capacidad de asombro. Para no ser víctima, ni parte de ese círculo vicioso, esta noche aspiraré a la realización de todo lo que me proponga para este año.

No dudo que el camino estará lleno de pruebas, pero creo que en ello radica el encanto de esta vida. Por el momento, es hora de concluír, y de tratar de conseguir unos 14 o 16 dólares para comprar cierto disco que no venden (ni venderán) en este país. Es así como ha llegado el primer adiós.