Cuando hacemos el ejercicio de viajar al futuro en nuestras mentes, cada nuevo pensamiento va tejiendo un nuevo sendero, que nos trae consigo una serie de ideas, que usualmente denominamos "sueños". Este tipo de pensamientos se convierten al poco tiempo en las directrices que encaminan nuestras acciones y nuestras decisiones.
La primera vez me enfrenté a una hoja en blanco, nunca imaginé que aquel ejercicio se convertiría en lo que hoy denomino "válvula de escape". En el momento en el que me encuentro en un estado de ánimo específico, para no llamarlo "triste" o "depresión", mi mente puede callar por unos minutos y dar paso a tantas palabras como el momento dure, como si fuera un frenesí. Y es de esa manera como la mayoría de las entradas de este blog se han escrito. Al terminar, no vuelvo a leer el resultado.
La idea de este blog era plasmar las experiencias diarias, los acontecimientos que marcarían el camino a mis sueños, planteados en el origen de este espacio. En este momento, un par de años después, esos sueños son muy diferentes, pero lo que no puedo encontrar son exactamente esas experiencias que lo cambiaron todo. Puedo utilizar a mi favor, si es permitido, el pretexto de que mi rutina solitaria es demasiado demandante y no me he dado el tiempo para darle un giro a este espacio.
Para darle un nuevo curso, acorde a los nuevos sueños, o simplemente para responder a una "fotografía" temporal de lo que he sido, se necesita... pues escribir de otros temas. ¡Ja!
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