19 de enero de 2009

El inicio oficial del camino


A través de varias ocurrencias en mi vida estoy seguro de que nosotros construímos nuestro futuro, nuestro destino, nuestra suerte. Ya sea con varios consejos de un gran amigo: "tú eres quien debe escribir los finales de tus historias" (ITO), o simplemente porque es necesario quitarle las ruedas de apoyo a la bicicleta.

Las personas (o al menos yo en algunas ocasiones) son muy representativas y buscan cualquier pretexto para tener presente una fecha en especial en la memoria (me suenan "el día del amor y la amistad", "el año nuevo", etc.). Así que siguiendo esa tendencia, desde hace unos meses atrás, en mi calendario personal, estaba marcado el día 19 de enero de 2009 como el inicio del díficil camino que me llevará a la realización de una gran ambición. Como toda buena fecha representativa, el día de hoy estuvo enmarcado por la confirmación del casi asesinato de mi tiempo libre.

Soy sincero, las últimas fechas (considerando semanas o incluso meses) no se caracterizaron por mi productividad, sin embargo, creo que es algo que voy a extrañar.

El sueño de todo profesor dedicado (por establecer un adjetivo válido) se ha cumplido: a partir de este inicio de año, he convertido a la escuela en una actividad de tiempo completo (donde la jornada ya es equiparable con la jornada laboral). Uno de los principales objetivos de esta situación lo he definido como "hacer méritos", y la mejor traducción sería ganar habilidades en tiempo récord, ocuparme de cosas a las que no había tomado importancia y comenzar a desarrollar de manera (más) productiva aquellas que ya me ocupaban.

En fin, con el inicio de esta "carrera contra el tiempo" sólo me nace un deseo (y que tiene mucho que ver con los "carteles informativos" que se encuentran distribuídos por toda la benemérita): espero de todo corazón que el sindicato de trabajadores recuerde que hace un año perdieron más de lo que ganaron; que a pesar de que todos deseamos una mejora en nuestros ingresos (y que sinceramente lo que tenemos casi no alcanza para nada), un incremento del 25% a su salario escapa a toda posibilidad real; a pesar de que el derecho a huelga es constitucional, la universidad es de y para los alumnos, no del rector. Creo que ya fueron muchos deseos...

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