15 de enero de 2010

¿Ganar o perder?


¿Está en nuestra naturaleza participar en una competencia en cada evento que sucede en nuestra vida? ¿Es posible que seamos tan ciegos para "competir y ganar" algo que no puede ser ganado? A través de mi vida he observado algunas luchas encarnizadas por "ganar" los corazones de otras personas, ¿pero realmente los corazones se ganan? En lo personal, siempre he considerado que quien participa en una lucha de esta naturaleza, para empezar no es sincera, pues los corazones no son algo por lo que se pueda competir; y también creo que, de existir recompensa para tal suceso, el premio no es más sincero que la primera actividad.

En estos momentos mis ideas se encuentran trabadas por el desagradable evento del que mis ojos fueron partícipes. Una serie de oraciones expresando prejuicios mal fundados, de alguien que ni siquiera merece ser mencionado, lastimando a quien dice querer.

¿Quiénes somos para emitir juicios? ¿Decidir quién es "bueno o malo" para determinada persona? ¿Qué nos da el derecho de expresarnos de esa persona que no conocemos? ¿Las amistades son lazos incondicionales, o son una razón para justificar chantajes? ¿Somos algo parecido al todopoderoso para determinar quienes pueden entrar y quienes deben salir de la vida de una persona? Tal vez sólo pecamos de vanidad, de egoísmo y la inseguridad, disfrazada de ego nos incita a cometer esas acciones tan inmaduras, olvidando por un momento la subjetividad de la palabra.

Esas palabras no me permiten continuar con mis pendientes, y me mantienen despierto: "no es el tiempo, sino la persona". Disculpa, ¿nos conocemos? ¿Acaso sabes el mínimo detalle de mi persona? ¿Hemos convivido tanto tiempo que tienes una fotografía de mis sentimientos? ¿Acaso hemos cruzado miradas para reconocer sentimientos? ¿Platicamos lo suficiente para conocer nuestros defectos? ¿Tienes experiencia en el área de "artes ocultas" como para saber qué es lo que pienso, cuándo lo hago, y las decisiones que tomaré? Para llamarte "amigo", desconoces totalmente la situación. Para serlo, tienes que respetar, y en cambio sólo hablas por hablar.

Los errores no se miden por "momentáneos o nulos". Los errores son o no son. ¿Consideras tu actitud como un error? No quiero cometer el mismo error que tú. Yo no juzgaré. Y a pesar de ello, no necesito hacerlo para darme cuenta que caes en contradicciones con tus palabras. Hablas de lo mucho que vale, ¿realmente le das su lugar? ¿Te ha cruzado por la mente que es su decisión y no tuya? Y si la conoces como dices, ¿no deberías de saber todos los juicios, y todas las decisiones que tomó para llegar hasta este punto? Ja ja ja.

Pretextos... ideas vagas que crees que viven en mi mente. ¿No te estarás proyectando? A diferencia de otros, la principal muestra de cariño que doy a mis seres queridos es su libertad para decidir. Como ya lo escribí anteriormente, ¿quién soy yo para decidir el curso de vida de otras personas? Yo no soy nadie. Las cosas en esta vida, las situaciones que vivimos, y las decisiones que tomamos no son un regalo; luchamos por ellas cada día. Nada es fortuito, si te han hecho a un lado, no ha sido por accidente.

¿Tú darás cátedra sobre prejuicios sobre la edad? Sólo podría preguntarte, ¿recuerdas eso a lo que llamas "error momentáneo, casi nulo"? Seguramente en otra vida, tú y yo tuvimos una profunda plática sobre lo que buscamos en una relación; seguramente te habré dicho que busco únicamente el sexo, o algo que una persona reconocida por la ley puede ofrecerme, porque de otra manera no puedo comprender por qué no he de tener intenciones formales. ¿Y el aprendizaje entre dos personas? ¿Y el tiempo de calidad? ¿Y el compartir experiencias? ¿Y el brindar apoyo? ¿El mirarse a los ojos sin que nada más importe, caminar bajo la lluvia, tener un terrible día y saber que hay alguien que piensa en ti y en quien piensas a cada paso que das? ¿Le sigo?

La vida es aprendizaje. Día tras día, cada persona que encontramos en nuestro camino representa una nueva experiencia, que formará nuestra realidad, y se unirá a nuestra existencia. ¿Las personas son escalones? Caramba, ¿en dónde "regalan" esas ideas, para no acercarme a ese lugar y que pisoteen de esa manera mi humanidad? A pesar de todo, nuestra existencia es una constante búsqueda: la búsqueda del equilibrio de nuestras capacidades, nuestros defectos, y sobretodo, de nuestra felicidad. Aprovechando lo adquirido en las clases, lo único constante en la vida es el cambio.

Continuo por tus líneas y me doy cuenta que además del regalo que cito en el párrafo anterior, fuiste bendecido con el don de la "lectura de sentimientos". A kilómetros de distancia, a través de medios tan impersonales puedes sentir lo mismo que otra persona. La inseguridad es el camino a la destrucción... y yo sólo la veo ahí en donde tú no la ves.

¿En qué momento olvidamos que todos somos humanos? Por favor, todos tenemos miedo, nos sentimos inseguros ante algunas situaciones, sentimos enojo, somos vanidosos... ¿verdad?

Me sorprende que el tiempo que llevas en este planeta te haya sido suficiente para saber lo que quieres y lo que buscas. Vaya, entonces es hora de trascender a otro plano, pues ya no hay nada que hacer en éste. Además, ¡vaya! Creo que estoy ante una divinidad que no tiene "errores momentáneos, casi insignificantes" porque sabe qué es lo que quiere y lo que busca.

Disculpa, ¿ya me metí con tu ego? Las personas sufren por el desconcierto, no por un semi-dios que no sabe en dónde está parado. ¿Sabes? Aunque lograras encontrar el camino a la divinidad, te equivocas si piensas que todo el mundo gira alrededor tuyo.

Estoy casi seguro que a través de tus palabras, pero sobretodo a través de tus acciones demuestras que eres tú aquél que cree y que sólo piensa y respira en ella. Estoy casi seguro que eres tú, a través de tus acciones y palabras, aquél que no tiene dudas y fronteras (¿debo de mencionar un nombre con "P" y un número?) y debo creer que eres aquél que la impulsa a crecer y reir (¿cuento las veces que mencionaste un número, o las veces que borraste la sonrisa con tus palabras?).

Al finalizar tus emotivas palabras, recurres al verbo esperar, y es ahora que me pregunto ¿tú espera tiene como mínimo una cantidad mágica, como tres años? De acuerdo, creo que nos perdimos el respeto desde hace tiempo, así que espero recuerdes que nadie es "como los demás". Insisto, ¿proyección? Esa abstracción sólo vive en la mente de aquéllos que necesitan medirse con "alguien". Y bien, una nueva pregunta, ¿tú qué puedes esperar a tu edad? ¿Has vivido lo suficiente? Si contestas de manera afirmativa a la última cuestión, cuidado porque entes de otras dimensiones ya han de andar tras de ti.

¿Conocemos el significado y la implicación del término "enamoramiento"? Vaya, no deja de ser una idealización; la amplificación de las virtudes y la miopía de los defectos. Me atreveré a contagiarme de tus dones sobrehumanos y pensaré que te referías a la palabra "amor". Y vaya, desde un principio estamos predispuestos a que alguien, al llegar a cierto momento de su vida, ya no puede entregarse a ese sentimiento completamente. Y es entonces que me viene a la mente, ¿será aquél que llegó primero a ese número en la escala de la vida? Y es así que una vez más la palabra "proyección" me viene a la mente, acompañada de un refrán muy viejo: "el león cree que todos son de su condición".

Si la vida es generosa con ella (y lo es), tus amenazas finales no se cumplirán.

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